Timothy D. Ireland

El hecho de que la CONFINTEA VI haya tenido lugar en Latinoamérica le ha dado alas a la educación de adultos de dicho continente. Sin embargo, las esperanzas de que el carácter formal, escolar y tradicional de la mayor parte de los programas de gobierno fuese superado y los alumnos, al igual que las organizaciones de la sociedad civil, fuesen incorporados, no se han visto cumplidas en una medida justa. A fin de que la conferencia tenga siquiera algunos efectos positivos se deberán desarrollar y aplicar los instrumentos de supervisión correspondientes, obviamente adaptados a los distintos países y regiones. Los gobiernos deben tener conciencia de que sus esfuerzos en favor de la educación de adultos y su compromiso en este campo están bajo observación.

La ruta de Belém (2009) a México (2011) – la CONFINTEA en Latinoamérica

Las Conferencias Internacionales sobre Educación de Adultos (CONFINTEA) son, como ya se ha señalado con frecuencia, más bien procesos que eventos, y forman parte de un ciclo que se inició en Elsinor en 1949 y en la actualidad ha completado más de 60 años de actividades. La última conferencia (CONFINTEA VI), que tuvo lugar en Belém do Pará, Brasil, en 2009, fue la primera que se celebró en Latinoamérica, y también la primera que tuvo efecto en un país emergente del hemisferio sur.

Si bien el tema central de este artículo es el proceso de seguimiento puesto en marcha por el Marco de Acción de Belém, es importante remontarse brevemente al proceso preparatorio de la Conferencia en Latinoamérica para así comprender la dinámica que caracteriza el proceso de seguimiento, y asimismo, para aquellos que poco saben acerca del continente, esbozar brevemente el contexto en que se desarrolla la educación de adultos en aquellos países que conforman la región.

Aun cuando para muchos países latinoamericanos las décadas de 1970 y 1980 fueron períodos de gobiernos militares de derecha, hacia fines de los años ochenta y noventa tuvo lugar una restauración de las democracias políticas, y el continente ha experimentado un período relativamente largo de estabilidad política y crecimiento económico moderado. Durante la época en que las libertades civiles se encontraban considerablemente restringidas, la educación desde la perspectiva latinoamericana de la educación popular se encontraba estrechamente vinculada a la lucha por la emancipación y la transformación social, y sólidamente ligada a los movimientos sociales y a las organizaciones de la sociedad civil. Tras un período de cuasi abandono por parte de los gobiernos en los años ochenta y noventa, muchos países latinoamericanos han comenzado a invertir en políticas destinadas a la educación de jóvenes y adultos jóvenes, aunque a niveles que difícilmente podrían ser considerados prioritarios, y que suelen prestar mayor atención al aprendizaje inicial en forma de alfabetización que a la educación permanente.

 La celebración de la CONFINTEA en Latinoamérica fue percibida por muchas personas como una oportunidad para recuperar e incorporar el espíritu transformativo de la educación popular en las actividades gubernamentales —cada vez más formales y orientadas a la escuela— en el área de la educación de adultos, y para establecer un mayor grado de prioridad para la educación de adultos en la agenda política.

Los preparativos para la CONFINTEA en alguna medida frustraron estas expectativas. De los 41 países que conforman la Región de Latinoamérica y el Caribe, solo 25 remitieron informes nacionales como parte del proceso internacional de presentación de informes. La sugerencia del Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida, con sede en Hamburgo, de que la elaboración de los informes nacionales se basara en procesos de consulta democrática, no fue tomada en cuenta por la mayoría de los países de la región. En Brasil y Uruguay se pusieron en práctica procesos participativos, y en México y Colombia se elaboraron informes complementarios e independientes. En general, la mayoría de estos informes limitaban su cobertura a políticas, programas e iniciativas gubernamentales.

El Informe Regional, que en parte se basaba en los informes nacionales, señalaba algunos aspectos importantes entre sus conclusiones y recomendaciones. Por una parte, el informe determinaba que el salto cuantitativo y cualitativo previsto para el período posterior a la CONFINTEA V celebrada en Hamburgo, se vio en gran medida frustrado. Del mismo modo, observaba que el cambio de énfasis de la educación al aprendizaje, y la implementación del paradigma del aprendizaje a lo largo de toda la vida no habían quedado de manifiesto. Lo que sí ha quedado fuera de duda es un mayor grado de institucionalización de la educación de adultos —con importantes beneficios—, pero con un énfasis en la equivalencia escolar y en programas de educación técnica y profesional. El informe sugiere que los países han asignado una importancia exagerada a la alfabetización, sin tener debidamente en cuenta la necesidad de garantizar la continuidad para aquellos que participan en el proceso de alfabetización. A lo anterior se agrega una falta de coordinación y planificación en el diseño de programas de alfabetización. Al revisarse el período comprendido entre la cita de Belém en 2009 y la Reunión de Seguimiento Regional de la CONFINTEA celebrada en Ciudad de México en septiembre de 2011, tanto el Marco de Acción de Belém como el Informe Regional para Latinoamérica y el Caribe constituyen importantes puntos de referencia.

Como profesionales del área hacemos hincapié en la necesidad de que la educación de adultos se ajuste a un contexto específico, que atienda a las necesidades de aprendizaje de aquellos grupos que la requieren y de aquellos a los que se les ofrece. Una breve descripción del contexto general en que se han desarrollado las políticas y los programas desde la reunión de Belém en 2009 puede ayudar a comprender la dinámica de la educación de adultos en ese período.

Latinoamérica está compuesta de 19 repúblicas: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela, y abarca una superficie de más de 21 millones de km 2 . En 2010, contaba con una población de 580 millones. Latinoamérica es la región más desigual del mundo en cuanto a distribución de la riqueza y del ingreso. En 2009, el 33,1 % de la población (183 millones en términos absolutos) vivía en la pobreza, y de esa cifra el 13,3 % (74 millones) vivía en condiciones de extrema pobreza. Las personas indigentes son en gran medida las destinatarias de los programas de educación de adultos.

La evidencia demuestra más allá de toda duda que existe una estrecha correlación entre escasos recursos, analfabetismo y bajos niveles de educación formal para esos 183 millones que viven en la pobreza o en la pobreza absoluta. De ese total, aproximadamente el 9 % (34 millones) son considerados analfabetos, y otro 20 % (80 millones) son considerados funcionalmente analfabetos. 1 En general, estos porcentajes son mucho más altos para aquellos que viven en zonas rurales y son mayores de 50 años. Aun cuando está cerca de alcanzar la matriculación universal (97 %) en la enseñanza primaria (Informe de Seguimiento de la EPT en el Mundo, 2010), la región aún tiene importantes problemas de calidad y equidad que resolver en lo relativo a (a) la situación socioeconómica; (b) la zona de residencia (urbana-rural); (c) la identidad étnica y el idioma; y (d) el género.

Pese a la actual crisis económica y financiera internacional, las tasas de crecimiento en varios países latinoamericanos se han situado muy por encima de la media. Este fenómeno ha obedecido en parte a un alza en el precio mundial de los productos básicos, combinada con un una intensa demanda interna. Según the Economist Intelligence Unit (unidad de información empresarial de la revista The Economist, también conocida como EIU), se prevé que en 2011 el PIB crecerá en 6,7 % en Argentina, en 6,2 % en Perú, en 3,3 % en Venezuela, y que Brasil irá a la retaguardia con un 3,1 %. El mercado laboral eleva cada vez más los niveles de certificación de aptitudes como requisito para poder ingresar a la categoría de personas formalmente empleadas. Esto podría significar un cambio en la motivación para la educación de adultos, desde la exigencia más ideológica de transformaciones sociales hasta la fría lógica económica del mercado. También podría ocurrir que el sector privado tomara las riendas del proceso si los gobiernos tardan en invertir en la necesaria educación básica y técnica.

Ya en la Reunión para la Revisión a Mitad de Período de la CONFINTEA V, celebrada en Bangkok (Tailandia) en septiembre de 2003, el documento final, titulado Un «llamado a la acción y a la responsabilización, revelaba una regresión preocupante en este campo (la educación de adultos)» desde la Conferencia de Hamburgo de 1997. Este mismo análisis respaldaba el énfasis otorgado en Belém a la necesidad de implementar políticas el el campo del aprendizaje y la educación de adultos.

Imbuido de este ánimo, el Marco de Acción de Belém, aprobado durante la CONFINTEA VI, estableció recomendaciones y compromisos basados en siete ejes dedicados a la alfabetización de adultos, las políticas, la gobernabilidad, la financiación, la participación, la inclusión y la equidad, la calidad y la supervisión. Aunque los seis primeros fueron en gran medida responsabilidad de los estados nacionales, la responsabilidad de coordinar el «proceso de supervisión en el mundo para hacer un balance e informar periódicamente de los progresos en materia de aprendizaje y educación de adultos» le fue confiada al Instituto de la UNESCO para el Aprendizaje a lo Largo de Toda la Vida, con sede en Hamburgo, y al Instituto de Estadística de la UNESCO, con sede en Montreal. Al mismo tiempo, el Marco de Belém señaló la necesidad de «poner en marcha mecanismos de supervisión regionales con parámetros de referencia e indicadores claros». Se formuló, asimismo una importante sugerencia en cuanto a que a nivel nacional los países deberían crear sus propias comisiones nacionales a fin de supervisar los compromisos contraídos en Belém. Con esta triple división de las responsabilidades, la UNESCO —a nivel internacional y regional— y los estados miembros afrontaron el claro desafío de traducir la retórica en acción, teniendo debidamente en cuenta la necesidad de contar con sistemas de supervisión basados en datos actualizados y en una más eficiente recopilación de información sobre el aprendizaje y la educación de adultos (AEA) en todo el mundo.

CONFINTEA VI: Taller

 

 

CONFINTEA VI: Taller
Fuente: Claudia Ferreira

 



Dentro del marco de esta división convenida de las responsabilidades, el Instituto de Hamburgo ha invertido en la elaboración de un plan estratégico integral de alcance mundial destinado a supervisar los resultados, al tiempo que ha trabajado en la creación de una matriz que indica los elementos clave que deben ser objeto de un seguimiento, a la vez que sugiere indicadores mundiales de utilidad para el aprendizaje y la educación de adultos. Tanto el plan estratégico como la matriz fueron propuestos para su análisis y debate mediante una consulta virtual entre octubre y noviembre de 2010, y una Reunión Internacional de Especialistas en enero de 2011. Desde entonces la matriz ha sido utilizada como base para elaborar las directrices de renovados procesos de presentación de informes a nivel nacional que servirán de referencia para los Informes Mundiales sobre el Aprendizaje y la Educación de Adultos («Global Report on Adult Learning and Education» – GRALE) en 2012 y 2015.

A nivel regional en Latinoamérica y el Caribe, una de las primeras respuestas a los desafíos de supervisión fue el ofrecimiento formulado por el gobierno mexi-cano en marzo de 2010, en su calidad de miembro del Grupo Asesor 2 de la CONFINTEA, de ser el país anfitrión de una Reunión Regional de Seguimiento como una manera de mantener el impulso generado en Belém, y de proporcionar un tema central para la fase inicial de seguimiento. De conformidad con su mandato como oficina responsable de las políticas regionales, la OREALC ha desarrollado una estrategia en tres frentes para Latinoamérica y el Caribe, incluida una encuesta sobre buenas prácticas de alfabetización en la región, la elaboración de una matriz similar a la construida por el IUAL, con indicadores cualitativos para la región y una estrategia de respaldo compuesta por tres propuestas distintas, pero convergentes. El objetivo de la encuesta es identificar, analizar y describir las buenas prácticas y buenas políticas, concentrándose en la alfabetización para grupos marginados. La matriz ha sido concebida como una estrategia de apoyo que puede ayudar a los países a verificar los progresos en el campo de la educación de jóvenes y adultos, y al mismo tiempo ofrecer un respaldo para su desarrollo en la región. Por último, con el mecanismo de apoyo se pretende, en primer lugar, diseñar y estimular el ofrecimiento de cursos en los que se consideren distintos niveles de alfabetización, y que permitan seguir distintas vías de aprendizaje. Con el segundo elemento se procura contribuir al desarrollo de sistemas para la evaluación del aprendizaje y para el reconocimiento del aprendizaje previo dentro de la perspectiva de un sistema de educación a lo largo de la vida. Con el tercer elemento se busca contribuir a la formación y la profesionalización de los educadores de adultos.

 Un mecanismo adicional orientado a mejorar la recolección de datos, identificada como una de las deficiencias características de este ámbito, está siendo elaborado por el Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU). Este consiste en un módulo piloto de nivel regional para la recopilación regular de datos sobre educación de adultos, el que será puesto a prueba en la región de Latinoamérica y el Caribe. Este módulo puede luego extenderse a otras regiones.

Habiendo oficiado de anfitrión de la CONFINTEA VI en 2009, el Ministerio Brasileño de Educación, en colaboración con la Oficina de la UNESCO en Brasilia, escogió el tema de los indicadores como elemento de su estrategia posterior a la Conferencia. Esta propuesta fue presentada por primera vez en la reunión inicial del Grupo Asesor de la CONFINTEA en marzo de 2010, y luego fue debatida con otros socios, incluida la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), que también participó en la tarea de elaborar indicadores para la educación de jóvenes y adultos como parte de su Plan Iberoamericano de Alfabetización y Educación Básica destinado a Jóvenes y Adultos (PIA). 3 Una primera versión del sistema propuesto de indicadores para la educación de jóvenes y adultos en Latinoamérica y el Caribe fue presentada durante una reunión técnica internacional celebrada en Rio de Janeiro en diciembre de 2010 para ese fin específico. En el encuentro tomaron parte representantes de 16 países de la región. Una versión final del sistema de indicadores fue enviada a la OREALC en mayo de 2011, como una contribución a la estrategia general de supervisión a cargo de dicha organización.

A nivel nacional, el gobierno uruguayo ha sentado un importante precedente al convertir lo que antes era el Comité Nacional Preparatorio de la CONFINTEA VI, creado en octubre de 2007, en un Comité Nacional de Articulación y Seguimiento de la Educación de Personas Jóvenes y Adultas, con carácter permanente, siguiendo las recomendaciones del Marco de Acción de Belém, sobre la base de un decreto presidencial. El Comité está compuesto por representantes del Gobierno y de la sociedad civil.

Si bien la 8ª Asamblea Mundial del Consejo Internacional de Educación de Adultos, que tuvo lugar en Malmö, Suecia, constituyó sin duda un evento internacional, el seminario virtual preparatorio organizado antes de dicha reunión sirvió también como foro para debatir importantes temas que más adelante fueron abordados en la Reunión Regional celebrada en México. El seminario se organizó en torno a cuatro temas principales: «el aprendizaje a lo largo de toda la vida para la sostenibilidad en un mundo afectado por el cambio climático»; «la educación de adultos como derecho y profesión: seguimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los objetivos de Educación para Todos (EPT) y la agenda de la CONFINTEA»; «no hay derecho a un trabajo digno sin una educación digna», y la «Folkbildning nórdica frente a los desafíos mundiales». Aun cuando el aprendizaje a lo largo de toda la vida para la sostenibilidad, y la relación entre trabajo y educación de adultos, permanecieron como temas latentes, los debates sostenidos en México se centraron en la agenda de la CONFINTEA con el llamamiento «Del compromiso a la acción: impulsar la agenda de la CONFINTEA».

La Reunión de Seguimiento de la CONFINTEA para Latinoamérica y el Caribe, que tuvo lugar entre el 25 y el 27 de mayo en Ciudad de México, fue organizada por el Instituto Nacional de Educación de Adultos (INEA) con el respaldo de la UNESCO (IUAL y OREALC), y en ella participaron 250 representantes de 48 estados miembros. En términos formales, sus objetivos fueron:

  1. Presentar y evaluar iniciativas y medidas concretas introducidas desde 2009 con el fin de avanzar en materia de políticas, gobernabilidad, financiación, participación y calidad en y para la alfabetización de adultos, la educación de adultos y el aprendizaje a lo largo de toda la vida;
  2. Analizar e identificar factores que propician la implementación de políticas y programas sectoriales para la educación de jóvenes y adultos elaborados desde una perspectiva del aprendizaje a lo largo de toda la vida; y
  3. Explorar y proponer medidas prácticas para la Implementación Regional y la Matriz de Supervisión, con una preocupación adicional por una promoción y una cooperación regional más eficientes.

La reunión se inició con una visión panorámica de las actuales estrategias e iniciativas para la supervisión y la implementación del Marco de Acción de Belém, presentada por el IUAL, la Oficina de la UNESCO en Brasilia junto con el Ministerio de Educación, el IEU y la OREALC. Luego se organizaron debates en torno a cuatro mesas redondas plenarias sobre la base de los ejes propuestos por el Marco de Acción de Belém (Política/Gobernabilidad; Financiación; Participación, inclusión y equidad; y Calidad), en los cuales participaron representantes de gobiernos nacionales y organizaciones de la sociedad civil. Asimismo, tres grupos de trabajo paralelos discutieron sobre medidas prácticas orientadas a la promoción, la implementación, la cooperación regional y la supervisión.

¿Qué lección puede aprenderse de esta primera reunión regional en el proceso de seguimiento de la CONFINTEA? En primer lugar, fue sin duda alguna importante celebrar la reunión de México como expresión de la voluntad política de la región en cuanto a avanzar en el cumplimiento de los compromisos contraídos en Belém. Los debates en torno a los temas propuestos que se establecieron para las mesas redondas tendieron a ser descriptivos e institucionales en vez de analíticos y conceptuales. La UNESCO fue objeto de diversas críticas, porque al parecer presentó estrategias que demostraron ser insuficientes antes de concretarse. Pese a esta impresión, los cuatro mecanismos representan distintos e importantes niveles y responsabilidades para la supervisión: la estrategia mundial presentada por el IUAL, la matriz regional propuesta por la OREALC, el módulo específico para recopilación de datos presentado por el IEU, y el sistema propuesto de indicadores elaborado por Brasil. Existe sin duda el espacio y la necesidad para iniciativas nacionales, regionales y mundiales.

Una región que agrupa a un bloque de países mayoritariamente hispanohablantes y lusohablantes, con un bloque de países mayoritariamente angloparlantes y francoparlantes con perfiles culturales y económicos dispares, suele adolecer de una falta de identidad colectiva. Los grupos de trabajo paralelos basados mayormente en criterios idiomáticos, permitieron que los participantes del Caribe analizaran desafíos comunes, buscaran soluciones colectivas y establecieran importantes canales para diálogos futuros.

CONFINTEA VI: Taller

 

 

 

CONFINTEA VI: Taller
Fuente: Claudia Ferreira

 

 



Sin embargo, lo que quedó una vez más de manifiesto fue la dificultad de comprometer la participación de actores de otras esferas asociadas como salud, trabajo, cultura, medio ambiente, agricultura, vivienda y sanidad. Así pues, la preocupación central respecto de la naturaleza multisectorial de la educación de adultos quedó nuevamente reducida a una discusión entre los ya convertidos. Además de la falta de articulación con otras agencias de la ONU, la sinergia con otros organismos internacionales que operan en la región también fue débil. Pese a que la OEI participó activamente en la reunión, es necesario continuar celebrando debates más profundos sobre la manera de coordinar las actividades del Plan Iberoamericano de Alfabetización y los Objetivos de 2021 con la Agenda de la CONFINTEA, con indicadores comunes y estrategias de supervisión.

Ahora bien, tal vez la deficiencia más notable que dejó al descubierto la reunión de México, pero que no se relacionaba específicamente con el tema de ese encuentro, fue la precariedad de la participación de los alumnos. Pese a estar adecuadamente representados por la Asociación de Alumnos, sigue observándose una profunda brecha entre el discurso y la acción (discurso en que se asigna gran valor a la participación y la intervención de los educandos, mientras que las decisiones siguen siendo adoptadas por los responsables de diseñar las políticas y los administradores, consultando escasamente la opinión de las personas directamente interesadas.

Consideraciones finales

Tal vez debamos reconocer que la CONFINTEA V tuvo apenas un leve eco en la agenda de desarrollo internacional. El impacto que se esperaba causar, objetivo por el cual tanta gente trabajó con tanto ahínco, hasta ahora no se ha hecho notar. La Reunión de México reveló la existencia de dificultades similares a las expuestas en la conferencia mundial. Existe la evidente necesidad de crear un sólido mecanismo de liderazgo, coordinación y articulación a nivel regional. Los mecanismos de supervisión resultan igualmente esenciales, pero es evidente que la responsabilidad de implementar políticas y programas reside en los gobiernos nacionales presionados por la sociedad civil. Como movimiento internacional, la Red Mundial de Alumnos (Global Learners’ Network) es un socio fundamental en la tarea de promover la necesidad de un aprendizaje y una educación de adultos que satisfaga las diversas necesidades de aprendizaje de los alumnos. La Carta Internacional de los Estudiantes Adultos, dada a conocer durante la CONFINTEA por representantes de Global Learners’ Network, constituye una importante herramienta para «hacer que los estudiantes adultos sean el foco del fomento, el desarrollo y la garantía del futuro de la educación de adultos y para toda la vida», reafirmando el derecho de todos y cada uno de los ciudadanos a diversas formas de aprendizaje en distintas etapas de la vida. Al mismo tiempo, a la red regional de universidades le cabe un papel fundamental en la formación y la investigación, como también en diversas formas de labor de extensión.

Los desafíos siguen siendo múltiples. El crecimiento económico trae consigo beneficios, pero puede tender a desvirtuar aun más ciertas desigualdades ya existentes. Al mismo tiempo, así como los movimientos de educación popular cumplieron una importante misión al garantizar el retorno a los gobiernos civiles en muchos países latinoamericanos, así también en la actualidad el aprendizaje y la educación de adultos siguen siendo esenciales para la salud de nuestras democracias y para garantizar la implementación de enfoques sostenibles relativos al desarrollo permanente de nuestro planeta Tierra.

Referencias

Torres, Rosa Maria (2008). «Final report: Youth and Adult Education and Learning in Latin America and the Caribbean: trends, issues and challenges» (Informe Regional revisado presentado durante la Conferencia Regional de América Latina y el Caribe sobre Alfabetización y preparatoria para la CONFINTEA VI, «De la alfabetización al aprendizaje a lo largo de toda la vida: hacia los desafíos del siglo XXI», organizada por UNESCO-IUAL/ INEA, (México, 10 al 13 de septiembre de 2008).

UNESCO (2010). «Regional Overview: Latin America and the Caribbean.» EFA/GMR . UNESCO (2010). «Marco de Acción de Belém.» Hamburgo: IUAL. IEU (2001). «Informe regional para Latinoamérica» y el Caribe.

Notas

1 La UNESCO define la alfabetización funcional teniendo en cuenta a las personas que han completado cuatro años de escolaridad. El SITEAL (2005) acuña el término «educación incipiente» (el hecho de completar tres años de escolaridad), que corresponde a la alfabetización funcional. La CEPAL sostiene la necesidad de doce años de escolaridad para garantizar la posesión de aptitudes de lectura y escritura con plena utilidad social.

2 Un mecanismo adicional creado por la UNESCO, no por primera vez en la larga historia del movimiento de la CONFINTEA. Su mandato le confiere la responsabilidad de «orientar y respaldar a la UNESCO en el diseño y la implementación del proceso de seguimiento de la CONFINTEA VI (que) incluye el apoyo al desarrollo de políticas y métodos para impartir alfabetización y educación de adultos».

3 www.oei.es/alfabetizacion/b/DOCBASE %20PIA.pdf. Según el PIA, su objetivo general consiste en: «universalizar, en el menor tiempo posible y en cualquier caso antes de 2015, la alfabetización en la región, y ofrecer a la población joven y adulta que no ha completado su escolarización básica la posibilidad de continuidad educativa, al menos hasta la finalización de la educación básica, en el marco de la educación para todos a lo largo de toda la vida».

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